en esta conversación a la que si quieres respondes, lo que planteo no es nada ajeno.
es como estar haciendo algo con la mente en otra parte.
diría "en cualquier otra parte", pero sería mentir.
tú y yo sabemos dónde divaga nuestra mente.
una idea que arrastramos dormida y que al acercarse la fecha límite cobra vida y nos revuelve la cabeza.
y no sé si enviar el mensaje
si sonar casual o relajado
¿qué pretendo?
la dejas vivir
y aunque lo que haya pasado no fuera como lo planeado
estás tranquilo
cinco minutos en el cielo
o eso creo
pero caigo de nuevo.
mi ansiedad por un cuerpo ajeno no se compara con la carga universitaria.
aunque siento una diferencia: hay una diferencia,
¿o no?
a ver si me explico: no es lo mismo sentir el mundo encima por la carga universitaria que distraerte imaginando una tarde con un muchacho...
(¿¿??) decidir hablarle en la mañana, pero querer hacerlo ahora (¿ah?).
me refiero a que la primera es muy racional: ya, estudio ahora, estudio más rato, estudio mañana, y si lo hago tendré una tarde libre antes de volver a estudiar otra vez. el mundo se viene encima y hay que darle cara porque sí. la segunda no: sin querer pienso en él (en buena, obvio, para nada crazy in love) y no puedo seguir estudiando.
pero además empiezan a sonar canciones en mi cabeza
y honestamente
necesito un descanso
obligado
porque ya no puedo... o quizás sí... pero ya estamos conversando
¿verdad?
*esperando respuesta*
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