lo más coherente

segunda mitad del segundo (cuarto) semestre.

entonces... la semana anterior a mi cumpleaños, el fin de semana para ser más específico, me fui a Valparaíso, a los mil tambores para ...

vive y deja vivir

Tras el último mes y su correspondiente crisis existencial, aún me siento triste. Peor aún, vacío. O no sé si vacío, pero me siento mal.

Mal. 

Es la mejor definición.

Porque siento que no puedo vivir. Que mi nueva forma de viva está mal. Que voy a morir solo. Mal, preocupado y solo.

Y vuelvo a años atrás, donde me prometí no estar mal.

¿Qué chucha hago ahora?

Vivir y dejar vivir.

¿Pero cómo voy a dejar vivir a quienes no dejan vivir?

Entonces me veo en la obligación de dejar a la lógica actuar. Si quiero vivir y que me dejen vivir, obvio debo dejar vivir. Aunque eso incluya a quienes no dejen vivir a otras personas.

Ya.

Pero, ¿qué pasó con no ser parte del problema?

Honestamente, ya no sé qué hacer conmigo mismo.

Además, se supone que pondría en marcha -eventualmente- el plan: Salvar a la familia. Pero no he ido donde mi familia estos días, vi a mi tío el sábado -el menor- y hablamos nada, más encima yo estaba volado entonces inútil. De mi tío mayor no sé nada, de mi abuela tampoco, y con mi tía quedamos en almorzar juntos quién sabe cuando.

No soy bueno haciendo planes, aunque se supone me mantendrían ocupado (Trabajar también fue un completo fracaso, y para volver todo aún más triste, tampoco tomé el CFG que quería y terminé tomando uno que apesta a ciencia política). Pero me siento solo.

Mentira, no solo. Pero quiero a un hombre. No, no quiero a un hombre: Igoals sería bacán conocer a un muchacho para miau que no se puede con los amigos. Aquí vamos de nuevo. Porque sí, aunque con los amigos uno puede hacer el 90% de las cosas que uno haría con un miau, con mis amigos amigos no puedo hacerlas todas, e igual quiero a alguien en quien pensar para tirar sin depender de que ojalá me reserve parte de su tiempo libre. ¿?¿?¿?¿?¿?¿? Quiero un pololo. Punto. Igual me gustaría tener un pololo. Punto. Pero para tener un pololo debo conocer a un mino que sea de mi agrado y ¿DÓNDE?: ¿Tinder? Chao. ¿Grindr? Paso. ¿Vida real? Cuándo, en qué oportunidad, necesito amigos con los que pueda conocer más gente para que pase, o andar de coqueto por la vida, y no soy así. O sea, puta la weá: moriré solo.

Entonces, ¿en qué habíamos quedado?

No es que quiera volver atrás. Digo, costó mucho dejarme sentir. Y aunque me guste pensar en que en ello se basa nuestra experiencia en la existencia, supongo que hay límites para un buen vivir.

Quizás me preocupo demasiado.

Y pretender ocuparme lo vuelve todo más terrible.

QUIERO DEJAR DE SENTIRME ASÍ CUANDO ME VUELO, POR LA CRESTA.

baby steps.

Quizás sí me preocupo demasiado. Debo tener más fe en la gente, y Roma no se construyó en un día aunque odie la alegoría. No quiero decir "filo", pero sí que debo dejar de darle tanta vuelta al asunto.

Debo dejar de sobre-pensar. Ya cumplí con "darme cuenta". Es más de lo que muchos hacen. Además, me llevo mejor con mi mamá, igual con mi hermano: quiero que crezca bien. Lo mismo con mi perro, quiero que crezca bien. ¿Qué implica bien? Seguridad, confianza y felicidad. (Sí, pongo a mi perro al nivel de mi hermano porque los dos son niños en mi imaginario. El primero más maduro que el segundo, pero igual). O sea, en mi casa está todo yendo mejor. So, I must chill.

¿Y el resto de lo que hablé? Tiempo al tiempo. ¿Y lo de morir solo? Estoy aburrido nomás.

machismo

el machismo me cagó la vida

(nos cagó la vida).


a mí y a toda mi familia.

no los deja sentir.

no los deja quererse.

no los deja ser ellos.

y actúa como un germen.

un virus que lo consume todo.

evita que las relaciones sean puras

e impone su existencia a costa de todo lo demás.



cuando yo nací, cuando yo crecí; no importa lo que le acompañe: era machista.

sí, como a modo de sobrevivencia, pero fui criado de forma machista.

mi familia es machista.

y es difícil dar cuenta de ello después de todo lo que he bloqueado. lo que no me es fácil recordar porque simplemente no puedo hacerlo.

pero si (sobre)vivía siendo machista es porque me lo creía. ¿o no?

con el no brotan de mis recuerdos todos los momentos en que cuestioné el machismo que había aprendido, sin saber lo que estaba cuestionando, por su puesto.

pero ese no es el punto de esto, porque ya lo había tenido más que claro.

lo que ahora cobra lucidez es que el machismo también cagó a mi familia

entera.

de pies (yo y mis primos, excluyendo a mi hermano) a cabeza (llegando a mis abuelos).


piensen en una familia (disfuncionalmente) machista: esa es (era) mi familia.


cuando abrí la primera puerta del closet ante mi mamá, no quiso creerlo (aceptarlo) y me sacó de él frente a toda mi familia. imaginen lo que es tener a un maricón como nieto, sobrino, primo, e hijo. imaginen lo que es que el regalón salga maricón. que más encima el maricón tenga depresión. que más encima el regalón que salió maricón quiera suicidarse. 

no es broma cuando escribo que soy la mayor decepción de mi familia. 

no obstante, mi familia me "aceptó".

aceptó la decepción académica, aceptó mi no interés por ganar plata y ser exitoso, aceptó que fuera diferente a ellos, pero no que fuera maraco. o les costó, al menos, dándoles un poco de oxígeno y crédito. 

entonces, hoy ¿me aceptan como soy? y ¿cómo soy? (y ¿a qué va todo esto?)

el primero en aceptarme fue mi tío mayor. algo así como tú soy como soy nomás, hay que aceptarte nomás y tenis que tener cuidao en la calle nomás, tú sabis como son. algo así. mi mamá fue la primera en decirme que no tenía ningún problema con que fuera gay mientras no fuera loca. mi abuela hace unos meses aceptó que yo era como era. ambas dos siempre me dicen que tenga cuidado en la calle. mi abuelo nunca me ha dicho algo, ni bueno ni malo. mi tía me confesó que le costaba entenderme porque siempre fue homofóbica. mi tío menor siempre fue homofóbico y el año pasado me comentó sobre un video de la botota. 

había aceptado que no se hablara el tema en mi familia. que mi mamá me impusiera una forma de ser. total, fuera de la casa ignoraría ambas. pero ¿estaba bien hacerlo?

mi mamá siempre quiso tener una niñita 
quizás soy la niñita que siempre quiso
pero nací con pico

a veces mi abuela me llama hija en vez de hijo
no le digo nada
pocas veces se auto corrige
yo nunca lo hago.

una tras otra, las tejas fueron cayendo. rompiéndose una por una estrepitosamente contra el suelo. finalmente el ruido me hizo sentido: el problema siempre fue que yo no fuera lo suficientemente hombre. que fuera gay sólo lo confirmó todo. por supuesto, lo primero no neutraliza lo horrible de lo segundo, pero tampoco lo volvió una gran sorpresa. entonces, tras hallarme desnudo fuera del closet la condición implícita fue que no me fuera para la punta con ser gay. increíblemente, fue mi mamá y sólo ella quien me lo impuso una y otra vez hasta cerrarme a quien podía ser. 

y si no fuera por la vida ahora que estoy escribiendo estas líneas, lo habría logrado.

mi mamá siempre sacó en cara mi sensibilidad. que fuera niñita pa mis cosas. que hablara desde mis emociones. y así me cerré. como el negocio que no vuelve a abrir, y no se sabe el paradero del dueño, pero los rumores lo imaginan derrotado, sentado en el suelo con la espalda apoyada en una muralla, con sus manos tapándose la cara y preguntándose "¿por qué?".

mi abuela me enseñó a jugar con las emociones de los demás, mi mamá a bloquear las propias.

¿cuál es el punto de todo esto?

mi familia no ha cambiado. sigue con problemas inherentes al machismo inconsciente a través del cual se desenvuelve. pero quise creer que lo hacía, que lo había hecho. al menos conmigo. al menos por mí. 

mi tía lo hizo. mi tío menor lo hizo (en la universidad antes de mi show, pero igual). mi abuela tras sufrir mucho también lo hizo. mi abuelo supongo que no piensa en ello (lo más probable es que lo bloquee). mi mamá es la única que no quiere verme por quien soy. y sé que su coraza es lo que se lo impide. sé también que debo romperla para que ambos dejemos de sufrir por el otro. ¡pero cómo! ¡CÓMO!

reflexión final


el feminismo sí es antónimo del machismo.

es ver al otro como una persona, igual de vulnerable que tú, y no como un animal por el cual estar a la defensiva.

es comprender que somos en cuanto sentimos y nos hacemos sentir, sin importar intensidad ni intención.

es quitarse el escudo porque tampoco traes un arma contigo.

podría seguir, pero no tengo que explicar qué es el feminismo ni qué es el machismo. el segundo lo vivimos a diario. en la tele, en internet, en nuestras casas. el primero aparece vez que nos dejamos sentir.

mi mamá sufrió mucho de niña y se cerró. se cerró tanto que olvidó como era. eso es lo que quiero creer. mi familia ha sufrido mucho, en algunos casos muy innecesariamente, pero así es como lo veo yo ahora, y aunque quieran creer que todo está bien, en lo profundo (o quizá no tan profundo) de ellos mismos saben que en verdad no... o eso es lo que quiero creer. 

todos son sensibles

mi abuela y mi abuelo son sensibles, 

mis tíos son sensibles,

mi tía, mis primos, son sensibles,

mi mamá (OH, MI MAMÁ) es sensible (y mucho),

mi hermano, más lo que me gustaría pensar. 

pero todos a la vez hacen que no.
el machismo funciona de la mano con el capitalismo. entonces no importa si eres patrón del fundo o el muerto de hambre que trabaja por migajas, ambos funcionan bajo la misma lógica. 
porque después de no querer entender realmente por qué, de llorar tras haberlo hecho, tengo la opción, y aunque no sepa cómo ejecutarla, quiero tomar la decisión. 

romper una por una las corazas, todas juntas si es posible. aunque salga herido. una y otra vez lo intentaré. salvaré a mi familia aunque no quiera o sepa que puede ser salvada. aunque no sepan lo rotos que están. 

¿y si es puro rollo? ¿el ego escapándose de mis manos?

¡ni cagando! 

sensibilidad

hago un radiografía de mi familia

y doy cuenta de la sensibilidad.

pero esta se halla oculta bajo una gruesa armadura
como piel de lagarto
porque no brilla sino en apariencia espanta
aleja
y como fin intimida

desde mi abuela
mi mamá
y quienes se hayan dado cuenta
con vergüenza la lucen sino se la han arrancado

incluso dentro de la familia esta no se quita
y se espantan unos a otros
incapaces de dejarse sentir
de hacerse sentir

todo se calla

¿se han preguntado por qué la generación de los papás está tan cagada?

cuando se quejan de que nunca le tocaron un pelo a sus hijos y los mal agradecidos ahora no los pescan, o cuando añoran que sus papás les sacaran la chucha y lo correlacionan positivamente con que hasta el día de hoy los quieran. 

a mi mamá, mi tía, y mi tío mayor le sacaron la chucha cuando chicos. con correas, mangueras, etcéteras. 

a mi tío menor y a mí -ambos criados por mi abuela- nunca nos pegaron. 

mi tío es el que anda en otra, el que no pesca. independiente de como sea, al que más critican por estar "ni ahí" con la familia. 

yo salí gay. ¿qué más demoledor?

pero no sé si fue sólo por la dictadura, o además la ausencia de golpes, pero ambos definitivamente miramos un poco desde afuera lo que pasa en la familia. a pesar de que transversalmente a todos nos haya cagado la vida la cosmovisión transmitida por nuestra matriarca, cada uno la superó a su modo; pero siempre quedan trancas. y ellas pueden explicar en gran parte las distancias. 

ahora, cuando pienso en esos papás que se quejan de que sus hijos no los pescan, yo me pregunto:

¿por qué no se deja de hacer show y piensa mejor de qué forma la cagó?

porque, más encima, -al menos en mi caso- no es que se hablen mucho las cosas. y ante la incomunicación, las heridas cicatrizan mal. y las marcas que quedan son pero de lo más feas. aunque, obvio, por mantener la apariencia, se bloquean y esconden en el fondo de nuestra cabeza. 

me hallo en el proceso de buscarlas y dejarme sentir. de quitar todo vestigio de escamosa piel. y de a poco rescatar al yo que se escondió donde sea que se procese la emoción. 

este fin de semana, fin de semestre por qué no, he llorado harto. por cosas que me hacía el loco y no quería ver. heridas que no sabía que tenía. 

mentiría si dijera que fue planeado. algo de esto comenzó hace casi un año atrás. pero el mérito se lo atribuyo a mi perro. es loco sentirlo como si fuera un hijo. el que quiero que crezca sin trancas, sin golpes. por él di cuenta de la importancia del amor. del hacerse sentir. del comunicar de alguna manera lo que no podemos decir (aunque quizá al mimetizarnos nos logremos entender sin necesidad de piel). y -no sé si tan obvio- pero créditos igual a la marihuana: si no me fuera en malas volás y esforzara por sobrevivir hasta desbloquear lo que me paqueó o hizo irme en la -valga la redundancia- mala volá, quizá aún no daría cuenta de lo escrito en este post: un resumen de lo que me ha pasado el último tiempo. donde me siento más sensible que nunca y no lo veo como algo malo

en mi última volá sentí que de alguna manera debía ayudar a mi familia. pensé en mi tío. pero está el tema que me tiene más sensible, el que verdaderamente me da pena, el que no sé si pueda arreglar. 

quizá más adelante. aún queda invierno por delante. 

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