el machismo me cagó la vida
(nos cagó la vida).
a mí y a toda mi familia.
no los deja sentir.
no los deja quererse.
no los deja ser ellos.
y actúa como un germen.
un virus que lo consume todo.
evita que las relaciones sean puras
e impone su existencia a costa de todo lo demás.
cuando yo nací, cuando yo crecí; no importa lo que le acompañe: era machista.
sí, como a modo de sobrevivencia, pero fui criado de forma machista.
mi familia es machista.
y es difícil dar cuenta de ello después de todo lo que he bloqueado. lo que no me es fácil recordar porque simplemente no puedo hacerlo.
pero si (sobre)vivía siendo machista es porque me lo creía. ¿o no?
con el no brotan de mis recuerdos todos los momentos en que cuestioné el machismo que había aprendido, sin saber lo que estaba cuestionando, por su puesto.
pero ese no es el punto de esto, porque ya lo había tenido más que claro.
lo que ahora cobra lucidez es que el machismo también cagó a mi familia
entera.
de pies (yo y mis primos, excluyendo a mi hermano) a cabeza (llegando a mis abuelos).
piensen en una familia (disfuncionalmente) machista: esa es (era) mi familia.
cuando abrí la primera puerta del closet ante mi mamá, no quiso creerlo (aceptarlo) y me sacó de él frente a toda mi familia. imaginen lo que es tener a un maricón como nieto, sobrino, primo, e hijo. imaginen lo que es que el regalón salga maricón. que más encima el maricón tenga depresión. que más encima el regalón que salió maricón quiera suicidarse.
no es broma cuando escribo que soy la mayor decepción de mi familia.
no obstante, mi familia me "aceptó".
aceptó la decepción académica, aceptó mi no interés por ganar plata y ser exitoso, aceptó que fuera diferente a ellos, pero no que fuera maraco. o les costó, al menos, dándoles un poco de oxígeno y crédito.
entonces, hoy ¿me aceptan como soy? y ¿cómo soy? (y ¿a qué va todo esto?)
el primero en aceptarme fue mi tío mayor. algo así como
tú soy como soy nomás,
hay que aceptarte nomás y
tenis que tener cuidao en la calle nomás, tú sabis como son. algo así. mi mamá fue la primera en decirme que no tenía ningún problema con que fuera gay mientras no fuera loca. mi abuela hace unos meses aceptó que
yo era como era. ambas dos siempre me dicen que tenga cuidado en la calle. mi abuelo nunca me ha dicho algo, ni bueno ni malo. mi tía me confesó que le costaba entenderme porque siempre fue homofóbica. mi tío menor siempre fue homofóbico y el año pasado me comentó sobre un
video de la botota.
había aceptado que no se hablara el tema en mi familia. que mi mamá me impusiera una forma de ser. total, fuera de la casa ignoraría ambas. pero ¿estaba bien hacerlo?
mi mamá siempre quiso tener una niñita
quizás soy la niñita que siempre quiso
pero nací con pico
a veces mi abuela me llama hija en vez de hijo
no le digo nada
pocas veces se auto corrige
yo nunca lo hago.
una tras otra, las tejas fueron cayendo. rompiéndose una por una estrepitosamente contra el suelo. finalmente el ruido me hizo sentido: el problema siempre fue que yo no fuera lo suficientemente hombre. que fuera gay sólo lo confirmó todo. por supuesto, lo primero no neutraliza lo horrible de lo segundo, pero tampoco lo volvió una gran sorpresa. entonces, tras hallarme desnudo fuera del closet la condición implícita fue que no me fuera para la punta con ser gay. increíblemente, fue mi mamá y sólo ella quien me lo impuso una y otra vez hasta cerrarme a quien podía ser.
y si no fuera por la vida ahora que estoy escribiendo estas líneas, lo habría logrado.
mi mamá siempre sacó en cara mi sensibilidad. que fuera niñita pa mis cosas. que hablara desde mis emociones. y así me cerré. como el negocio que no vuelve a abrir, y no se sabe el paradero del dueño, pero los rumores lo imaginan derrotado, sentado en el suelo con la espalda apoyada en una muralla, con sus manos tapándose la cara y preguntándose "¿por qué?".
mi abuela me enseñó a jugar con las emociones de los demás, mi mamá a bloquear las propias.
¿cuál es el punto de todo esto?
mi familia no ha cambiado. sigue con problemas inherentes al machismo inconsciente a través del cual se desenvuelve. pero quise creer que lo hacía, que lo había hecho. al menos conmigo. al menos por mí.
mi tía lo hizo. mi tío menor lo hizo (en la universidad antes de mi show, pero igual). mi abuela tras sufrir mucho también lo hizo. mi abuelo supongo que no piensa en ello (lo más probable es que lo bloquee). mi mamá es la única que no quiere verme por quien soy. y sé que su coraza es lo que se lo impide. sé también que debo romperla para que ambos dejemos de sufrir por el otro. ¡pero cómo! ¡CÓMO!
reflexión final
el feminismo sí es antónimo del machismo.
es ver al otro como una persona, igual de vulnerable que tú, y no como un animal por el cual estar a la defensiva.
es comprender que somos en cuanto sentimos y nos hacemos sentir, sin importar intensidad ni intención.
es quitarse el escudo porque tampoco traes un arma contigo.
podría seguir, pero no tengo que explicar qué es el feminismo ni qué es el machismo. el segundo lo vivimos a diario. en la tele, en internet, en nuestras casas. el primero aparece vez que nos dejamos sentir.
mi mamá sufrió mucho de niña y se cerró. se cerró tanto que olvidó como era. eso es lo que quiero creer. mi familia ha sufrido mucho, en algunos casos muy innecesariamente, pero así es como lo veo yo ahora, y aunque quieran creer que todo está bien, en lo profundo (o quizá no tan profundo) de ellos mismos saben que en verdad no... o eso es lo que quiero creer.
todos son sensibles
mi abuela y mi abuelo son sensibles,
mis tíos son sensibles,
mi tía, mis primos, son sensibles,
mi mamá (OH, MI MAMÁ) es sensible (y mucho),
mi hermano, más lo que me gustaría pensar.
pero todos a la vez hacen que no.
el machismo funciona de la mano con el capitalismo. entonces no importa si eres patrón del fundo o el muerto de hambre que trabaja por migajas, ambos funcionan bajo la misma lógica.
porque después de no querer entender realmente por qué, de llorar tras haberlo hecho, tengo la opción, y aunque no sepa cómo ejecutarla, quiero tomar la decisión.
romper una por una las corazas, todas juntas si es posible. aunque salga herido. una y otra vez lo intentaré. salvaré a mi familia aunque no quiera o sepa que puede ser salvada. aunque no sepan lo rotos que están.
¿y si es puro rollo? ¿el ego escapándose de mis manos?
¡ni cagando!