lo más coherente

segunda mitad del segundo (cuarto) semestre.

entonces... la semana anterior a mi cumpleaños, el fin de semana para ser más específico, me fui a Valparaíso, a los mil tambores para ...

segunda adolescencia.

¿cuándo pienso en la adolescencia? cuando veo a escolares hacer la cimarra, cuando escucho a cabra' chicas en la micro hablar de ex princesas Disney, cuando voy a buscar amigos al colegio, cuando recuerdo el primer amor y la depresión; cuando hablo con mi mejor amigo y recordamos cuando nos volábamos con hojas, cuando hacíamos carretes en mi casa y siempre se rompía algo, o cuando nos damos cuenta lo mucho que hemos cambiado.

para mí, vivir la adolescencia implica probar, cambiar, madurar, sufrir... quizá olvide algo. como sea, tendemos a pensar que la adolescencia ya pasó. ya maduramos y es momento de dejar de hacer pendejerías. y quizá sea verdad. me es difícil imaginarme haciendo, otra vez, las cosas que hacía años atrás. sin embargo, a pesar de que maduré, y lo vea reflejado en varios aspectos de mi vida (relaciones, amistad, dejar de ser un reprimido culiado, etc), siento que los aires de adolescencia regresan; renovados como brisa primaveral, me dan esperanza de que cambios buenos se acercan, y todo lo que tengo que hacer es experimentar, más aún, y lo estoy haciendo; o sea, he hecho nuevos amigos (que me e n c a n t a n <3), escucho música nueva y muy distinta, me voy en volás ricas, entretenidas y distintas unas de otras, y pucha, me siento totalmente distinto a como era antes, y me gusta.

tirar, ser pasivo y reflexionar.

me levanté temprano. ¿la razón? la noche anterior quedé con un chico Grindr.


hablaré como si supieran de lo que hablo, porque en verdad me importa poco que queden colgados. 

tiene 18 años. uno de los pocos chicos de app que tiene mi edad y me interesa tirar con él. estudia en la chile. nunca me había comido a un mino de la chile, así que se veía interesante. la noche anterior hablamos por Skype. nos contamos nuestros fetiches y hubo un momento incómodo, al menos para mí, respecto al número de parejas sexuales que habíamos tenido. "no sé, no me acuerdo" respondí. un poco-harto cierto, un poco sufriendo de slut shame.

¿por qué volví a buscar con quien tirar por Grindr? porque con mi pololo de una mañana las cosas se apagaron un poco-harto. en verdad, no lo entiendo (a él). así que sólo quise buscarme a un mino, de mi edad, con quien pasarme menos rollos. ¿y los follamigos? todos ocupados.

como sea; hice todo muy lento. insisto, muy lento. tomé desayuno (gran error), me duché y partí. no sin antes sufrir una crisis existencial respecto a tirar.

bottom struggles.

es como el pico ser pasivo. más encima, son pocos los activos que reconocen el esfuerzo/sacrificio de dejarse culiar rico. pocos o ningunos, para ser sinceros. de hecho, el chico de la florida, al que mencioné más arriba, ha sido el único mino que recuerdo que ha reconocido que es brigido ser pasivo:

- loco, sorry, pero no puedo -el muy ahueonao, no sabía tirar y en un arranque de hacerse el bacán, se  dobló todo el pico, y me dejó más adolorido que la chucha (y no por la razón que debería ser).
- ya, tranquilo. no me pidas perdón, yo fui el que la cagué.
- sí, tenís razón, pero igual -en verdad, estaba chato de él, pero me gusta hacer sentir bien a los demás. 
- weon, si de verdad, yo creo que los más hombres son los que hacen de pasivos.

si uno piensa con la mente fría, hacer de pasivo es un cacho: tienes que pegarte el show de estar listo para la batlla siempre, no puedes darte el lujo de disfrutar de sexo improvisado en cualquier lado (menos si eres estrecho), tienes que soportar weás incómodas, y, más encima, dentro de la misma comunidad fleta te webean por morder la almohada. 

pegándose el show como pasivo (si el mino va a tu casa):

1. levantarse una hora antes, olvidándote del desayuno, para bañarte y hacerte el lavado.
2. perder mucho tiempo vistiéndote bonito para que la wea de ropa te dure con cuea 15 minutos.
3. morir de hambre hasta después de tirar (o hasta que el mino se vaya).
4. rezar para que te hayas hecho bien el lavado.
5. intentar ordenar algo para dar "una buena impresión",
6. salir a buscarlo, preparándote mentalmente para lo que viene en el camino.

quizá yo sea el único pitiado que haga todo lo anterior, pero eso no quita el hecho de que ser pasivo es una paja. sí, la pasas rico si el activo te sale bueno, pero sino, te sientes no solo mal porque el weon tira pésimo, sino también porque gastaste tiempo en prepararte para ese weon. 

¿en cambio los activos? 


aún recuerdo cuando con un mino (chico motel) hablábamos sobre juntarnos a tirar. en la típica conversa salió el tema de la limpieza (hizo un chiste súper malo sobre sacar caca, pésimo), y él, brillante, me dijo: "no sé na yo. esa es tu pega, la mía es tenerla limpia, bonita y metértela rico ;)" cumplió con honores su pega, pero no dejó de ser de perro su comentario.


REFLEXIONANDO SOBRE LOS ROLES.

un día, un amigo cercano al que le cuento todo me dijo: "los pasivos son los verdaderos activos en el sexo." él se refería a los power bottoms, pero dándole una vuelta, su comentario me hace bastante sentido. al menos en mi caso, me gusta tener el control de la situación. lo que me vuelve exigente a la hora de tirar. por ende, me cuesta encontrar activos que en verdad me calienten o me hagan despreocuparme de disfrutar el sexo. entonces, la mayoría de la veces, me veo en la obligación de abandonar mi desaprovechado rol de pasivo sumiso (que me encanta), y volverme el pasivo activo, como me gusta llamarle, que es el que en verdad lleva la batuta. quizá no esté penetrando, pero al menos me encargo de que ambos sintamos placer.

entonces me cuestiono el verdadero valor de ser activo o ser pasivo. activo no debería ser llamado simplemente al que pone el pico. ¿por qué weon? activo debería llamársele al que lleva las riendas del juego, ponga el pico o ponga el poto. así de paso, le bajamos los humos a quienes se creen 100% machos, y menos maricones, por no pasar el poto, y la cortamos con el estereotipo patriarcal de que, si lo prestas, eres amujerado, sumiso por naturaleza a merced del macho dominante, y, en síntesis, eres menos por tomar el papel de la "mujer"





semana recién pasada.

día lunes, estuve una hora en la micro escribiendo sobre quien me había dejado marcando ocupado hasta hace poco. nada de lo que escribí se guardó. 

día martes, inicio del viaje más intenso de la vida. (ubicación: algarrobo).


miércoles, casi seis de la tarde.
corro a través de bosque, llorando desconsoladamente y no sé por qué. todo se siente demasiado, y a la vez no. me detengo y busco consuelo en un árbol con forma rara. me abruma que todos me juzguen. quiero dejar de llorar, pero no puedo. están esperando que me confiese ante ellos. quieren que pruebe si soy digno de su consuelo o no. grito. estoy muy drogado. los árboles me miran y los miro de vuelta. estoy muy drogado, y escucho las llamas. de un extremo del bosque hay fuego, y del otro autos. en verdad, la sociedad no ha desaparecido, e intento escribirlo. las lágrimas caen, y no quiero hacerlo porque me hayan dicho que lo haga. estoy muy drogado y no puedo escribir. las luces me ciegan, pero no son reales. 

los árboles lucen indiferentes ante el niño perdido, carente de cariño que llora a sus raíces. ¿qué le van a hacer? todos se sienten solos, incluso los árboles. sobretodo el que me soportó esa tarde. lo entendí y él a mí, supongo. "estás muy drogado; estás haciendo el ridículo; basta" llegaban como ecos a mi cabeza y se iban. era demasiado y necesitaba reconectarme con mis amigos. 

no me olvido de nada. "adiós, árbol. lo siento, pero debo volver con mis amigos" me paro y el mundo se dobla, expande, y oscurece al mismo tiempo. luego vuelve a la normalidad, y otra vez no. el bosque parece infinito y supongo que estoy en el camino correcto, escucho a mis amigos reír.

quería quedarme más rato en el bosque, pero se oscureció en segundos, y un perro apareció para escoltarnos. eran tres perros distintos, o quizá solo uno con tres caras que cambiaban. las distancias son las que más se distorsionan. sobre todo con tanto estímulo. quizás fue demasiado, sentí tanto que no supe como expresarlo. algo en mí cambió cuando salí del bosque. me sentía un niño, ya no jugando solo consigo mismo, sino manifestándose a la vez que juega con la vida. dejándose ser en vez de reprimirse por ser él mismo. ya no quería ser el niño que llora en medio del bosque. ya no quería ser nada. sólo quería jugar. dejar a mi pitiades ser. 

corrí hasta encontrar el mar. quiso seducirme y le correspondí. bailamos y jugamos sin importar los demás. unos hombres nos atraparon en el acto, hombres malos que prometió llevarse. no entiendo por qué la gente se mete en los asuntos de los demás. "porque se preocupan" me susurra, y tiene razón. pero ¿por qué? 

muy mojado y con mucha arena asustaba a la gente. jugaba con mi mente y los demás, la de los demás. quería disfrutar y que la noche no acabara nunca jamás. volver al departamento fue loco, pero había que hacerlo todo. 

tres horas antes del bosque. 
mucha ansiedad atraviesa mi mente. ir al bosque y después a la playa, pero antes hay que conseguir todo lo necesario para el viaje. lo que más quieras comer, lo que más quieras beber, y el vicio que quieras disfrutar. pepsi, alfajores artesanales, cerveza cara, chocolates caros y otros varios fueron los elegidos. una vez las listas completas había llegado la hora del trip. mitad cada uno vía oral y sólo queda esperar, caleta en verdad. una hora promedio. 

con las pupilas dilatadas y después de un caño comienza la travesía. salir del departamento, bajar en ascensor y salir del condominio. mi mamá elige el peor momento para llamarme por teléfono. apenas la entiendo y supongo que ella igual apenas a mí. las voces suenan muy cercanas y muy distantes a la vez. los colores cambian, la calle se deforma. el cielo rosado siempre ha sido mi favorito. entrar al bosque es como entrar a un templo, místico e imponente. llegamos al claro y nos rendimos ante él. un alma se va lejos y por inercia lo sigo. quiero entenderlo, lo que más deseo. atravieso el bosque antes de darme cuenta. regreso dando mi mayor intento, pero fallo; estrepitosamente. sólo queda admirar cuan grande, imponente y hermoso es el bosque.

mi conciencia se desprendió de mi cuerpo y nada de lo que creía pasaba en realidad. me sentía dichoso, a la vez que lágrimas brotaban de mis ojos. ¿por qué lloro? era una sensación de infancia la que cobraba vida. sentía cómo la vida se burlaba del niño curioso que quiso entenderlo todo. ambicioso e iluso como él solo.



miércoles, de noche pasado las ocho.
puerta cerrada, ropas mojadas fuera y música a todo volumen. nunca paran de correr caños, y ahora la noche pasa por muchas etapas diferentes y difusas unas de otras. la comida sabe exquisita, los alfajores me los devoro, al igual que mi nuevo favorito: el pan con manjar. recordar hacer una oda al manjar. cada uno hace lo que quiere. algunos pintan, otros escriben, otros bailamos. Grimes y The Smiths son las estrellas de la noche. Metronomy, Crystal Castles y The Chemical Brothers me hacen saltar y bailar como nunca lo he hecho. los tres primeros son mis nuevos descubrimientos.

finalmente, tirado en el sofá fumando tabaco, con una copa de merlot en mi mano y mirándola pintar, entiendo todo. 

somos todos distintos, con reacciones distintas y formas de pensar diferentes. gastar energía en averiguar cuáles son no vale la pena, porque nunca las comprenderemos cabalmente. como nosotros, la gente cambia y descubre cosas nuevas. hay que dejarnos ser sin más; sin prejuicios, sin reprimir a nadie, y sin pasarse rollos. quizá siempre esté el miedo de no ser una buena persona, pero es elección de uno serla o no.

quizá olvide en práctica lo que he aprendido con las drogas, pero nunca las sensaciones ni los rollos que he sufrido por ellas. un mal viaje puede convertirse en aprendizaje, así como una epifanía en auto convencimiento vacío y sin fundamento. como sea, reconozcamos nuestro egocentrismo y dejémonos ser. no tiene por qué ser malo.





recap.

Imagina que han pasado meses desde que terminó la temporada que devoraste en dos días, casi un año esperando inconscientemente con las previas que Netflix, de calienta sopa, comparte por redes sociales. Antes, si no recordabas que hueá había pasado estabas obligado a repetir la temporada, el último capítulo, o buscar su resumen challa en Wikipedia (o en su defecto, las wikis hechas con amor por fanbases). Ahora (Netflix al menos), te pasa un video tipo previa para refrescarte la memoria. 

No he publicado nada en meses, así que lo anterior es bastante inútil más que para relleno. No obstante, el motivo de esta entrada es para excusarme por no publicar y, a la vez, explicarle a la vida (porque tiene más sentido hacerlo en la internet que en mi libreta personal) por qué volveré a usar el blog. 

Como sea, refrescando mi propia memoria, -y reprimiendo mi pensamiento de que publicar porque sí es demasiado posmoderno para tolerarlo- sigo soltero, la vida universitaria es comparable al primer amor adolescente, y hasta el momento no me he pegado ninguna ETS. Dos de tres no es nada mal para quien no le gusten los cambios, sin embargo, la vida, desde la percepción sin límites de los ojos de un universitario, profundizó de sobremanera las crisis existenciales que en algún momento llegué a sufrir. Ya no con la angustia de un destino desconocido, impetuoso e inminente, sino como cuando vas en la micro camino a la casa de un amigo que nunca has visitado, llevas caleta de viaje, no sabes dónde chucha estás porque no tienes internet móvil, y la gente va demasiado enajenada como para prestarte atención. Decides confiar en lo que te dijeron, y según eso, aún no te pasas entonces esperas que falte poquito. Tal angustia sólo difiere de la crisis universitaria -a.k.a segunda adolescencia- en que estás consciente de que falta caleta para titularte, pero aún así es sientes como si debieras saberlo todo respecto a todo, incluyéndote, para el día después de mañana.

Como adolescente, y persona natural buena para evadir lo que signifique una existencia menos fácil, decidí posponer, sino ignorar aquella angustia esperando que se resolviese en algún momento de la vida. ¿Cómo? Escuchando nueva música, influenciada por nuevos amigos, y -obvio- con mucha marihuana

Hechos relevantes so far: primera marcha, primera participación activa en una toma, primer motel. 

Que pasen los créditos!

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En mi ambición narcisista de exponer mi vida ante los ojos de cualquiera, mi siguiente post será describir mi vida actual desde los tópicos de música, amistad (quizá sexo), y marihuana. ¿Por qué marihuana? Porque aún no pruebo el ácido (que está en mi top list de cosas por hacer) y es básicamente la causa de que volviera a escribir. No ahondaré en detalles porque quizá vuelva a dejar botado el blog, quién sabe. 



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